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Wednesday, August 24, 2011

Y los sueños, sueños son.

(Acento.com.do, 25 de agosto del 2011)

Soñar con un Nueva York chiquito puede parecerse mucho a soñar con una Caracas grande o una Habana del siglo XXI, si por sueños fuera. Pero los sueños, sueños son y desde Homero hasta El Sueño del Celta de Vargas Llosa, siempre han estado con nosotros y como se ha escrito y repetido ¿qué es un hombre (un humano) sin un sueño?
Los humanos somos especiales. No nos asustamos del no saber, al contrario, la ignorancia nos hace audaces y si no sabemos, por ejemplo, qué es un sueño, sí lo utilizamos  para sanar, gobernar, inventar religiones o jugar a la lotería. Sigismund Freud llamó a su libro “La interpretación de los sueños” sin tener la más remota idea de lo que era un sueño y de que era el soñar. Pero así es la diversidad humana: soñadora.

Fue en los años 20 del siglo pasado cuando el psiquiatra alemán Hans Berger inventa la electroencefalografía- el EEG-; el registro de la actividad eléctrica de las capas superficiales del cerebro humano. Se dice que lo logró en 1925, pero que no lo comunicó hasta 1929, llamando ritmos u ondas, por la impresión que dejaban sobre papel las plumillas de su aparato movidas por fenómenos eléctricos cerebrales, a las distintas velocidades y magnitudes de la actividad cerebral.

Fue todo un acontecimiento. Por primera vez podía verse y medirse directamente lo que hacía el cerebro humano, sin necesidad de inferencias a partir del pensamiento o la conducta.

El EEG se convirtió así en un nuevo instrumento tanto para la investigación como para la clínica. Los psiquiatras y neurólogos (que en Francia, por ejemplo, eran lo mismo hasta mediados del siglo pasado) ya contaban con medidas objetivas de la función cerebral normal y patológica.

Merecía un Nobel, pero al otorgarse en 1924 a W. Einthoven el premio Nobel de Fisiología o Medicina por el EKG, el electrocardiograma, puede que no se considerase tan importante otro registro eléctrico de un órgano distinto al corazón. Quizás un error histórico, pues vaya con el órgano que se abría para la ciencia (para aquellos que creen que los únicos errores fue no darle el Nobel a Borges o a Nabokov).

Treinta años después, en 1957, dos científicos de la Universidad de Chicago descubren algo curioso en el EEG: cuando dormimos el ritmo eléctrico cerebral es lento y pausado- ritmo de ondas Delta le llaman- cada cierto tiempo aparece un descontrol y una aceleración de las ondas y no solo en el EEG: se acelera el corazón y la respiración, se eleva la presión arterial, hay erección sexual en el varón ( y en la hembra?) y los ojos se mueven de un lado a otro rápidamente, debajo de nuestros párpados cerrados. Y no solo eso, el fenómeno se repite varias veces durante la noche durando cada vez más tiempo. Ritmo MOR se le ha llamado. Ritmo de movimientos oculares rápidos.

Pero este ritmo acelerado y presente varias veces en nuestro dormir no hubiese tenido gran trascendencia si no fuese porque entre el 70-85% de las personas despertadas en ese momento reportaban que estaban soñando

Los fenómenos oníricos- los sueños- ocurrían en nuestros cerebros durante una actividad especial del mismo y varias veces en la noche. Y los científicos son curiosos. Si el ritmo MOR es una actividad que expresa sueños, ¿sueñan los animales? Todos los mamíferos presentan ritmo MOR y pensamos que sueñan (hay excepciones) y algunas especies en el mismo % que los humanos. También las aves, aunque en mucho menor medida. En los reptiles no se ha observado este fenómeno. ¿Qué sueñan nuestros perros, gatos y periquitos del amor?

Y la ciencia, en su trabajo de orfebrería, comenzó a buscar las áreas cerebrales involucradas en el fenómeno de soñar, cuales sustancias químicas (neurotransmisores) son las importantes, por qué se mueven los ojos, qué nos relaja más aún la musculatura corporal, etc. Y, por supuesto, las conjeturas, ideas e hipótesis de por qué y para qué soñamos, han sido quizás demasiadas. Aunque algo hoy si sabemos: si no hay sueños MOR no recordamos bien lo aprendido el día anterior. Juega un papel en la consolidación de la memoria reciente.

Pero los científicos nunca están satisfechos. Y ahora encuentran que durante el dormir no-MOR también se producen ensoñaciones, fenómenos oníricos. Los psicólogos evolucionistas dan mucha importancia al sueño MOR. Es un fenómeno riesgoso y costoso desde el punto de vista energético y si lo tenemos (al igual que el resto de los mamíferos) es porque debe de tener una función muy importante. Bueno, consolidar memorias no es poca cosa. Y en estos días se ha publicado que alteraciones del MOR son un indicador de la aparición precoz del Mal de Párkinson, aquel donde se pierde la dopamina cerebral, neurotransmisor fundamental en el movimiento y también en el placer y la adicción

Un detalle: en las etapas finales del MOR, los sueños son más vívidos y con mayor carga emocional. Algo que quizás también podemos asociar a dopamina.

Pero estamos hoy en la época de los genes y el estudio de los sueños no iba a escapar a esa tendencia. Se han descrito genes que regulan el dormir MOR y el dormir no-MOR, y más aún, los genes del MOR vienen del padre y los no-MOR por vía materna. Los primeros influencian funciones emocionales y vegetativas y los segundos funciones cognitivas superiores.

Así, se ha expresado que los genes maternos nos ofrecen sueños “conceptuales” y los paternos sueños más emocionales. Un estudio encontró que los sueños donde hay agresividad son exclusivos de la fase MOR, mientras que sueños amistosos y de cooperación son significativamente más frecuentes en la fase no-MOR, en la fase dirigida por nuestros genes maternos.

Claramente, los sueños son fenómenos que han participado en la evolución de nuestros cerebros. Sigue siendo interesante el saber sobre que sueña nuestro perro y quizás mejor aún si descubren como pudiera un sueño decirnos los números de la loto.

Y por supuesto, sigue siendo altamente preocupante cuando confundimos la realidad y soñamos despiertos, especialmente los políticos, que a veces logran convencer o someter a un pueblo entero a que su sueño de despierto es la representación del mejor de los mundos posibles, del mejor de los nuevayores.