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Monday, December 21, 2015

5 MITOS SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD


J.R.Albaine Pons,


Acento.com.do, 21 dic.,2015



A Guido Riggio, mi amigo de infancia, se marchó tan a destiempo.

No creemos que haga falta justificar el presente artículo. Las noticias recientes sobre el tema han sido aireadas hasta el exceso en nuestro medio y ya la alta política ha sido incluida. Hasta un grupo político presenta la homosexualidad y los derechos de los homosexuales como tema de campaña cuasi religioso.

Este escrito es una copia-traducción, con algunas ideas y datos extras, de un artículo publicado en marzo del 2011 por C. Moskowitz en LiveScience. Veamos los cinco mitos.

 1.-Los animales ( no humanos, J.R.A.P.) son todos heterosexuales.-  La percepción popular es que las parejas macho-hembra constituyen la única vía “natural” de comportamiento sexual en los animales y así la homosexualidad es una “perversión humana”. Pero en el reino animal hay múltiples ejemplos de parejas del mismo sexo.En más de 150 especies de mamíferos, aves y peces las parejas del mismo sexo existen y esto está muy bien documentado, lo que ha producido en los teóricos de la evolución discusiones al respecto de su interpretación, ya que la conducta sexual entre organismos del mismo sexo no resulta en reproducción, como es lógico. Las discusiones van desde un beneficio indirecto hacia la continuidad de los genes de estos individuos, un aumento de cohesión social, hasta la idea de que el sexo, de por sí, es entretenido.

        2.-  Las relaciones entre gays no son perdurables.-  Los estudios señalan que son tan duraderas en humanos las relaciones amorosas entre homosexuales como las relaciones entre heterosexuales; así aparece reseñado en el Annual Review of Psychology del 2007, en un trabajo de la profesora Anne Paplau de la Universidad de California-Los Angeles, la famosa UCLA. Otro estudio que duró 12 años sobre parejas

 homosexuales encontró que un 20% se separaron en ese tiempo, lo que extrapolado a

 40 años señala que son un poco menos que la tasa de divorcios para primeros matrimonios durante el mismo período. Una clara indicación a tener más respeto por estas personas en  cuanto a tener relaciones serias de convivencia.

     3.-  La mayoría de los pedófilos son homosexuales.-  Un mito en realidad pernicioso es que la generalidad de los homosexuales son abusadores sexuales de niños. Varias investigaciones con distintos métodos han demostrado fuera de toda duda razonable que esto es falso. En 1994 un estudio en el Journal of Pedriatrics mostró que de 269 casos de abuso sexual a niños, el 82% eran realizados por adultos heterosexuales cercanos a la familia y solo dos casos de los 269 fueron atribuidos a homosexuales o lesbianas.

     4.- Padres gay no son tan buenos como un padre y una madre.-   Muchas personas que se oponen al matrimonio entre homosexuales y a la adopción de niños por estas parejas piensan que esto no es bueno para los niños y que un infante necesita de un padre y una madre para llegar a ser un adulto mentalmente saludable. Los datos empíricos de varios estudios, algunos muy famosos y respetados, contradicen este supuesto.  Adolescentes provenientes de hogares con ambos adultos del mismo sexo presentan incluso hasta una ligera mejoría en sus actividades escolares. Todos los estudios señalan que losniños y jóvenes con dos padres o dos madres en el hogar les va tan bien en su desarrollo mental y corporal como aquellos que viven bajo parejas heterosexuales. Y varios de estos estudios han sido publicados en el Journal of Marriage and Family ( Journal de Matrimonio y Familia).

 5.- Ser gay es una elección.-  Los anuncios de que la homosexualidad es una elección     (defendidos por muchos homosexuales y lesbianas) y de que como si esta condición fuese una enfermedad  es “curable”, obtiene más y mayor rechazo con la aparición de nuevos estudios; al demostrarse con investigaciones muy bien controladas que la preferencia sexual por elmismo sexo es por lo menos, parcialmente genética y de fuerte base biológica.  Los estudios en gemelos (100% idéntico ADN) comparándolos con mellizos (50% idéntico ADN) confirman estos datos. Por otro lado, los descubrimientos de diferencias fisiológicas entre homosexuales y heterosexuales refuerzan aún más este conocimiento; como es el dato de que la forma del oído interno es distinta entre lesbianas y mujeres heterosexuales, publicado en 1998 en los Proceedings de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. En este año 2015

 se ha presentado una prueba en la saliva que predice en un 67% de los casos la

 homosexualidad en gemelos, por lo menos. Este estudio ha recibido tantos comentarios de su posible mal uso que ha sido suspendido por su investigador principal.      

  O sea, los datos de la ciencia, de la misma ciencia que produce nuestros antibióticos, nuestras vacunas, nuestros medicamentos de control de la presión arterial y de la glucosa en sangre y que nos ha presentado, y realizado, el potencial de vivir más años y con una mejor calidad de vida, reconoce ya sin duda alguna que estos cinco mitos son sólo eso, mitos, falsedades; pero siguen siendo mitos.

 Y resulta que nada es tan difícil de erradicar como un mito, y los mitos adquieren tintes emocionales y llegan a ser fuertes prejuicios. Y hay todo tipo de mitos, desde los religiosos hasta los de la propia ciencia. Por otro lado, aunque creemos en nuestro médico nadie está obligado a creer lo que afirma la ciencia.

 ¿Y entonces?, ¿Por qué en tantos países del mundo, incluyendo muchos de nuestra Latinoamérica han aceptado como bueno y válido un arreglo legal para parejas del mismo sexo que deviene en ser un matrimonio civil? ¿Cómo han podido los políticos de esos países escaparse de la tiranía intelectual y emocional que conforman los mitos?

 Es que son políticos. No es que sean buenas personas, personas serias, personas que crean íntimamente que los homosexuales y lesbianas merecen el mismo respeto y los mismos derechos que los demás. Tampoco creo que sepan mucho de ciencia. No me parece que haya sido así.

 Es que al ser políticos sobreviven en base a un componente del pensamiento crítico que se llama comprender y/o creer en los números, en los porcentajes y en las probabilidades. (y parece que así es como es, quien no sabe matemática, ni estadística no puede tener un “pensamiento crítico”, que F. Nietzsche en su “Sobre el porvenir de nuestras escuelas” definió como pensamiento esclarecedor).

 Y es que al saber que entre homosexuales (5-6%) y lesbianas (3-4%) constituían el 10% de la población, en todas las culturas, y por ende un 10% de los votos ( hay variados reportes de los %, los más  usados son estos), y al calcular que tienen padres, madres y hermanos y hermanas que pueden llevar este segmento poblacional con intereses comunes a un 20% de los votos, ah! Hay que atraerlos como sea posible y no hay ruta más expedita que pasar por encima de los viejos y falsos mitos (que quizás personalmente y en la intimidad sostienen) y presentar la revocación de sus derechos conculcados como una meta a logar y así, el juego democrático y la libertad nos ha ayudado en muchas partes a ser en realidad más humanos, más morales y presentar sociedades más justas.

Sólo hay que ver que en todas partes un  Presidente o un partido gobernante lo es por una diferencia de 3-5% de los votos.

Y aquí, en nuestra media isla caribeña, tanta gente creyendo que los genios somos nosotros y que el resto del mundo está lleno de ignorancia.

 ¡Ah las cosas que tiene esta vida tropical!

 Algún día aprenderemos que las ideas son estúpidas, pero que las personas que las tienen no, ellas sólo son ignorantes. Y la ignorancia, eso sí, con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo…si se cura.

Tuesday, September 15, 2015


OLIVER SACKS: IN MEMORIAM    
J.R.Albaine Pons


Acento.com, 15 de septiembre 2015

 

 En febrero 19 de este 2015 un escrito en la página de Opinión del NY Times lanzó un estremecimiento y un dolor de pena en gran parte del mundo académico, científico e intelectual de las neurociencias. Oliver Sacks, el gran neurólogo y divulgador de la medicina y quien nos hizo ver el mundo particular y único de cientos de sus pacientes, y de él mismo, anunció que semanas antes se le comunicó que moriría sin remedio en pocos meses.

 Desde hacía nueve años le habían descubierto y operado un melanoma ocular que terminó por dejarle sin visión del ojo izquierdo. Ahora, dice en su carta-ensayo de febrero, las metástasis ocupan un tercio de su hígado y no pueden ser destruidas ni detenidas.

 Escribe Sacks:” depende de mí ahora como escojo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivir de la manera más rica, profunda y productiva que pueda”. Y señala que en esto le ayuda las palabras  de uno de sus filósofos favoritos, David Hume, quien al saber que estaba mortalmente enfermo a la edad de 65 años, escribió una corta autobiografía en un solo día, en abril de 1776 y la tituló “Mi propia vida”.

 Señala Sacks que ha tenido suerte, que ha escrito cinco libros y una autobiografía que pronto saldrá, en los 15 años que ha sobrevivido a Hume y que otros libros están en su etapa final.

Contrario a Hume quien escribió que “era difícil estar más alejado de la vida de lo que estoy en el presente”, Sacks escribe que “ se siente intensamente vivo y que espera en el tiempo que le queda profundizar sus amistades, despedirse de los que ama, escribir más, viajar si tiene las fuerzas, adquirir nuevos niveles de comprensión y de intuición”.

Dice que aún le preocupa el Oriente Medio, el calentamiento global y el crecimiento de desigualdades, pero que esas cosas no son ya de su incumbencia; que pertenecen al futuro y que dado los jóvenes médicos que le han atendido tan bien considera “al futuro en buenas manos”.

Escribió finalmente: “No pretendo aparentar estar sin miedo …y sobre todas las cosas he sido un ser consciente, un animal pensante, en este maravilloso planeta y eso en si mismo ha sido un enorme privilegio y una aventura…Cuando la gente muere, no puede ser reemplazada. Dejan agujeros que no pueden ser cerrados, porque es el destino-genético y neural- de cada ser humano, ser un individuo único, encontrar su propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte”.

Esta carta se publicó en el NY Times y en otros muchos periódicos del mundo y es que Oliver Sacks no fue cualquier cosa. No era un científico, pero si fue un médico que con sus escritos colocó la humanidad de sus pacientes en primer plano y mostró a mucha gente que las enfermedades del cerebro, si bien afectaban la vida, y en ciertos casos de manera drástica, la humanidad de la persona no estaba perdida. Y recordaba a los amigos, parientes y médicos que rodean a un enfermo, que estar vivo, aunque enfermo, aún era una gran dicha y que se requiere comprensión y respeto por la peculiaridad de los individuos.

El 30 de agosto pasado, a  los 82 años, falleció el Dr. Oliver Sacks. Su foto y la noticia de su deceso fue primera plana en múltiples medios de comunicación mundial.

Oliver Sacks no sólo fue un gran divulgador de su neurología, que ya después de él, tendrá otros mundos y visiones sobre los pacientes. Demostró además ser un scholar, un erudito, como lo prueba su trabajo de 1995 “Escotoma: una historia de olvido y desprecio científico”. En este aporte presentando casos sobre la historia de la ciencia nos inicia en los escritos sobre las migrañas de 1860, pasa por la distrofia muscular y la obra de G.B.Duchenne, los miembros fantasmas ( que él había percibido en sí mismo luego de un trauma en una pierna) y los trabajos de los soviéticos A.N.Leontiev y A.V.Zaporozhets al respecto ( algo nada común en la literatura científica del “mundo libre”), sigue con Darwin, Newton y Goethe y su teoría de los colores y finalmente por P.K.Anokhin y otros soviéticos con sus teorías de funcionamiento cerebral sistémico hasta nuestros días, con G. Edelman y su darwinismo neural. Un “tour de forcé” que solo en las manos de un gran escritor y en la mente de un completo conocedor puede alcanzar la profundidad y la simpleza con que lo presentó Sacks.

Quizás fue más conocido por el gran público por su libro Despertares del 1973. En esta obra narra sus propias experiencias de 1969 con la novedosa droga L-Dopa en pacientes paralizados por décadas, que él sospechaba se debía a la epidemia de encefalitis letárgica ocurrida en los años 20 en la ciudad de New York, y que fueron despertados temporalmente a otro tiempo y otra vida 40 años después. En 1990 su libro fue llevado al cine y el recientemente desaparecido Robin Williams representó el personaje del propio Sacks y Robert De Niro a Leonard Lowe, el primer paciente tratado. La película fue nominada a tres Oscar y dirigida por Perry Marshall. Y desde entonces es material obligatorio a muchos estudiantes de medicina en el mundo, y, por supuesto, a los míos en nuestra UASD.

No encontramos una manera más apropiada para expresar nuestra admiración y respeto por la vida y obra del Dr. Sacks que comentar a nuestros lectores el primer ensayo suyo aparecido post-mortem, solo unos días después de su partida. “Ansia” es como ha sido traducido al castellano.

Narra la experiencia de un paciente que le visitó en el 2006, Walter B., de 49 años, y a quien adolescente tras un golpe en la cabeza sufría de brotes epilépticos. Los ataques se hicieron tan frecuentes que ya no eran controlados por fármacos y se le realizaron dos profundas cirugías en el lóbulo temporal derecho de su cerebro. Se controlaron mejor las convulsiones, pero aparecieron efectos secundarios dramáticos.

Walter comenzó a comer en exceso y a ganar peso. Se volvió irritable y distraído; y desarrollo un apetito sexual insaciable. Cuando su señora, por cansancio, no podía complacerlo más comenzó a buscar otras opciones y encontró que la manera más fácil era la Internet y su pornografía, y así pasaba horas y horas masturbándose por las noches.

Sus gustos se volvieron más extraños y radicales en cuanto al porno y terminó descargando y comprando pornografía infantil.

Walter intentaba controlarse. Trabajaba y tenía vida social, pero en las noches, a solas, era vencido por sus ansias, por su compulsión. Profundamente avergonzado no contó nada a nadie y mantuvo una doble vida durante nueve años.

Un día fue allanado por la policía y acusado de tener pornografía infantil en su computadora y entonces se derrumbó el mundo de Walter B. Otro neurólogo que le atendió le diagnosticó el síndrome de Klüver y Bucy, pero aún así el fiscal pidió 20 años de cárcel; aunque la comprensión del juez y una carta enviada por el Dr. Sacks sobre la conducta de Walter y su enfermedad hizo que recibiera una condena reducida y tratamiento. Su esposa le apoyo en todo momento y años después Walter le diría al Dr. Sacks que se consideraba una persona feliz.

Operando monos en 1937 a los cuales se les eliminaba el área inferior del lóbulo temporal cerebral, el hipocampo y la amígdala límbica, Klüver y Bucy reportaron que estos desarrollaban lo que llamaron ceguera psíquica, hiperfagia e hipersexualidad y exceso de oralidad. Pronto se supo que la primera se debía al daño temporal y que los demás signos y síntomas se debían a la ablación de la amígdala límbica. El síndrome de Klüver y Bucy es un modelo que aparece en todos los textos de neurociencias y de biología y fisiología sicológicas. Los textos siempre presentan fotos de animales de laboratorio, ratas y gatos, intentando copular con lo que sea que esté a su alcance en sus jaulas: teléfonos, muñecos, cepillos de pelo y lo que fuese. Es más marcado en machos que en hembras y se elimina con castración. Hoy sabemos que la inhibición que ejerce la amígdala sobre el hipotálamo anterior, principal receptor de hormonas sexuales en mamíferos, al eliminarse permite a los núcleos hipotalámicos entrar en “overdrive”.

Fue en 1983 cuando se reportó por vez primera en un ser humano como consecuencia de un tumor en la amígdala límbica que finalmente produjo la muerte del paciente y se pudo examinar su cerebro post-mortem. Aunque con anterioridad se tienen reportes de componentes del Klüver y Bucy en personas operadas en el lóbulo temporal. Recientemente varias investigaciones lo han relacionado con los efectos posteriores a encefalitis por herpes simple y hay un caso en un bebé, luego de un síndrome de Reye.

El doctor Sacks había publicado el caso de Walter B. en una revista médica en el 2010, como coautor y nos llama la atención que fuese ahora, cinco años después cuando publicara un ensayo periodístico sobre el mismo y que resultó post-mortem.

Pero Sacks era una persona muy enterada. Judío por nacimiento e Inglés por ciudadanía, provenía de una familia de intelectuales y profesionales y realizó casi toda su vida profesional en New York, Estados Unidos, aunque nunca abandonó su ciudadanía británica.

Hace poco tiempo, aquí en nuestra República Dominicana un hecho ocupó a la prensa mundial. El Nuncio Apostólico del Vaticano fue retirado  de su puesto diplomático y de su condición de sacerdote acusado de inconducta sexual con menores de edad, de pederastia. Su juicio se inicio en el Vaticano que por vez primera en toda su historia enjuiciaba a un sacerdote públicamente por dicha conducta, que ya había sido piedra de escándalo en muchos países por miembros del clero católico. Dicho Nuncio fue tratado por todos, aquí y allá, como un criminal. Nadie habló de que podía ser un enfermo. Pudo serlo. Pero una repentina enfermedad cardíaca (vaticana, según muchos mal pensados) ocasionó su rápida  y sorprendente muerte  a destiempo. No pudo ser juzgado. No pudo verse si fue un criminal porque estaba enfermo neuralmente o por otra causa. Nada se supo ni se sabe. Murió el 27 de agosto, tres días antes del Dr. Sacks.

 ¿Tenía el Dr. Oliver Sacks un ensayo escrito para publicarlo durante el juicio vaticano contra el ex-nuncio? Ya no lo podemos saber. Pero su insistencia durante toda su vida de ver la humanidad como algo variable ante la enfermedad nos permite pensarlo. También el hecho de que fuese su primer ensayo post-mortem.

 Con toda seguridad todos sus libros serán reeditados en muchas lenguas. A mis estudiantes, que no dejen pasar la oportunidad de su lectura. Los hará mejores médicos y personas más abiertas a las múltiples vías que le presentarán la vida y su propia profesión.