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Thursday, March 1, 2012

Avanzar para atras

Acento, marzo 1 de 2012.

No, claro que no, éste no es un artículo partidista y ni siquiera político. “Avanza para atrás” es el grito de los “pitchers” de guaguas cuando se les acumula gente en la puerta. Poco importa que el diccionario defina avanzar como: “ir hacia delante”; en los autobuses dominicanos, en las guaguas dominicanas solo se avanza hacia atrás. Y ojalá fuese solo en las guaguas.

 Bueno, pero es que a pesar de todo, a pesar de tener los mismos problemas de hace 15, 30 o sesenta años, la comunidad de personas que hace de su hábitat la República Dominicana, ha cambiado, pudiéramos decir ha avanzado, aunque no sepamos para donde.

Y los cambios en ciertas esferas son notables; por ejemplo, en tv hemos cambiado de Fredy y Cuquín a Raymond y Miguel, y quizás ese notable ejemplo sea el espejo de todo lo demás.

Es curioso, pero no invisible. Otros ya han observado mucho antes que yo este fenómeno de cambio y claro, lo han descrito mucho mejor. La primera respuesta que nos viene a la mente es que la globalización nos ha cambiado, aunque la palabrita es unos 40 años anterior a los cambios actuales de las comunicaciones y la “sociabilidad” en redes. Hoy nos ha cambiado entonces la comunicación, o eso decimos.

Alvaro Pombo, ese filósofo profesional, que devino en literato exitoso, y profundo en el tratamiento de sus personajes, expone al inicio de su novela Virginia o el interior del mundo (Planeta, 2009) en el personaje de Gabriel que “parece un vertiginoso comienzo de siglo. Y reconoce que, desde cualquier punto de este mundo incipiente, puede contemplarse todo el resto del mundo gracias a los nuevos medios de comunicación, gracias a las fotos, a los documentales, a la radio…hoy día todo está en todo”. Y claro, su novela está situada a inicios del siglo XX. Algo nos quiere decir este afamado escritor que, recordemos, estudió y terminó una carrera en filosofía.

Como dijo alguien alguna vez, cada generación se cree que sus problemas son catastróficos y únicos, aunque solo leer un poco y pensar algo más, nos señala que en el fondo siempre son los mismos problemas. El ser humano como organismo social, con sus humanos problemas. Así como las ratas, otro organismo social, con sus ratoniles problemas de siempre.

Y es que todo nos parece nuevo, en parte, porque solo vemos lo que queremos ver. Y esto no es una metáfora. El libro de Daniel Kahneman , Thinking, fast and slow ( Farrar, Straus y Giroux, 2011), que ya hemos citado antes en estas entregas ( y que debe estar ya en traducción y prometo solemnemente que si me saco el loto regalaré un ejemplar a cada diputado, cada senador, cada ministro, cada viceministro, cada síndico, cada sindicalista, cada profesor universitario, cada líder comunitario, cada obispo y por supuesto uno a cada periodista y cada opinionista de nuestro país –claro tiene que ser un buen loto-) viene en nuestra ayuda.

Los humanos solo poseemos la capacidad de focalizar sobre un número limitado de cosas en un momento dado. Si nos focalizamos en una sola cosa, podemos ser totalmente ciegos a otras cosas que ocurren a nuestro alrededor. El libro citado por Kahneman, El gorila invisible, de C.Chabris y Daniel Simons nos ofrece este encantador ejemplo. Hicieron un vídeo de dos grupos (uno en camisetas blancas y otro de camisetas negras) que se pasaban una pelota de básquet continuamente. Al observador del vídeo se le pide que cuente los pases solo de los blancos. A mitad del vídeo aparece una mujer vestida de gorila blanco que atraviesa el grupo de jugadores caminando, acción que dura 9 segundos en el vídeo. La mitad de los que ven el vídeo no notaron la presencia del gorila blanco!! (si se busca el libro en la Internet, hay un link al vídeo del gorila y puede verlo y presentárselo a quien guste).

Pero hay algo más. Parece que algún vivo de un equipo de los que juegan en el basketball interuniversitario norteamericano se leyó hace poco a Kahneman y en un juego reciente entre dos equipos universitarios, con el juego muy cerrado, en el último minuto uno de los equipos colocó seis jugadores en el tabloncillo, uno más que lo permitido, como sabemos todos, y así ganó el encuentro y nadie se dio cuenta!! Según las reglas de dichos encuentros, el juego era válido, aunque los vídeos posteriores mostrasen claramente los seis jugadores interactuando. Y de esto no hace dos meses.

Y eso hacen nuestros ojos y nuestros cerebros con lo que tenemos enfrente, que con nuestras ideas, es aún peor.

Este 2012 cumple 50 años el clásico texto de Thomas Khun La estructura de las revoluciones científicas, quizás el texto “moderno” más citado por nuestros profesores y estudiosos porque de aquí salió la idea de “paradigma” y “cambios de paradigmas”. Presentando un homenaje a las ideas de Khun el filósofo del evolucionismo Michael Ruse, en un breve artículo en la revista The Chronicle of Higher Education de este mes de febrero, le agradece haberle mostrado que “el origen de una idea influye sobre la idea” y sobre su posterior desarrollo, quisiéramos añadir nosotros.

Y pensando en “pitchers” de guaguas y gorila blancos estamos cuando nos arropa la presente campaña electoral y escuchamos lo que dicen y se dicen los principales candidatos. En este nuestro país, con un estado basado en una “psephocracia”, gobiernos que no se basan en el imperio de la ley, porque nadie la cumple, comenzando por los encargados de hacerla cumplir, y que su legitimidad solo depende del conteo de los votos en unas elecciones, lo que se dice y lo que se mira; y lo que no se dice porque no se quiere o no se puede ver, es importante,… pero abrumador.

Pero si vemos de donde salen las ideas de cada candidato, cual ha sido el devenir de esas ideas y como la práctica, ese cedazo de la realidad, ha afectado la idea primaria, quizás, solo quizás, podamos salir de la bruma, del ruido de carnaval que acompaña nuestra política. Y talvez podamos seguir tropicalmente avanzando hacia atrás y evitar en algo la ceguera mental que los que confunden información con conocimiento nos están vendiendo.