Bastiaan T. Rutjens
(traducción de J.R. Albaine
Pons., AEON)
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AEON,1 de junio del
2018.
Hoy día existe una crisis de confianza en la ciencia. Muchas personas –
incluyendo políticos y, como no, hasta presidentes - expresan públicamente
dudas acerca de la validez de los descubrimientos científicos. Al mismo tiempo,
instituciones científicas y revistas profesionales (journals) expresan su
preocupación sobre el aumento de la desconfianza en la ciencia del público.
¿Cómo es posible que la ciencia, cuyos productos permean nuestro diario vivir,
haciéndolo de muchas maneras mas confortable, produzca tales actitudes
negativas entre una parte importante de la población? Si comprendemos el por
qué la gente desconfía de la ciencia, a la larga, entenderemos que se necesita
hacer para que se tome de una manera seria.
La ideología política es vista por muchos investigadores como el principal
factor del escepticismo sobre las ciencias. El sociólogo Gordon Gauchat ha
mostrado que en los Estados Unidos los políticos conservadores se han vuelto
mas desconfiados de la ciencia, una tendencia que se inició en los años 1970. Y
una lluvia de investigaciones recientes dirigidas por sociólogos y psicólogos
ha mostrado consistentemente que el escepticismo sobre el cambio climático en
particular se encuentra típicamente en aquellos del espectro conservativo de la
política. Sin embargo hay mucho mas en
la desconfianza en la ciencia que la simple ideología política.
Las mismas investigaciones que han observado los efectos de la ideología
política en las actitudes hacia el cambio climático también han encontrado que
la ideología política no es tan predictiva del escepticismo en otros tópicos
controversiales de investigación. Los trabajos del científico cognitivo Stephan
Lewandowsky, así como investigaciones del psicólogo Sydney Scott, no observan
relación entre la ideología política y actitudes hacia la modificación
genética. Lewandowsky tampoco observó
una relación clara entre el conservadurismo político y la desconfianza a la
vacunación.
De tal manera que hay mas que sostiene el escepticismo científico que
solamente el conservadurismo político. Pero ¿qué es? Es importante
sistemáticamente delimitar cuales factores contribuyen y no contribuyen al
escepticismo y la desconfianza sobre la ciencia
de forma tal que podamos tener explicaciones precisas de por qué un número
creciente de individuos se opone a la idea de un cambio climático antropogénico
(causado por humanos), o le temen alimentarse de productos genéticamente
modificados por peligrosos, o creen que las vacunas pueden causar autismo.
Mis colegas y Yo recientemente publicamos un grupo de estudios que
investigaron la confianza y la sospecha en la ciencia. Uno de los claros
mensajes de nuestras investigaciones es que es crucial no considerar las
distintas formas de escepticismo juntas. Y, aunque estamos seguros de no ser
los primeros en buscar mas allá de la ideología política, encontramos dos
importantes lagunas en la literatura revisada. Primero, la religiosidad ha sido
por largo tiempo curiosamente poco investigada como precursora del escepticismo
en ciencias, quizás porque la ideología política acaparaba mucha atención.
Segundo, las investigaciones actuales sufren de la ausencia de la investigación
sistemática en las varias formas de escepticismo, unido a una mayor medida
general de la confianza en la ciencia. Intentamos corregir ambas faltas.
Las personas pueden ser escépticas o desconfiadas de la ciencia por
distintas razones, ya sea por un hecho en una disciplina particular (por
ejemplo, “el clima no está calentándose, pero yo si creo en la evolución de las
especies”), o acerca de la ciencia en general (“la ciencia es solo una de
muchas opiniones”). Identificamos cuatro mayores predictores de la aceptación
de la ciencia y de escepticismo hacia ella: ideología política, religiosidad,
moralidad y conocimiento de la ciencia. Estas variables tienden a
correlacionarse entre si – en ciertos casos de manera fuerte- lo que significa
que potencialmente pueden ser confundidas. Para ilustrar, una relación
observada entre conservadurismo político y la confianza en la ciencia puede en
realidad ser causada por otra variable, por ejemplo, religiosidad. Cuando no se
miden todos los constructos simultáneamente, es difícil afirmar con propiedad
el valor predictivo de cada uno.
Así, investigamos la heterogeneidad del escepticismo en la ciencia en
participantes de Norteamérica (un estudio en toda la nación y Europa y mas allá
le seguirá). Presentamos, a los participantes, oraciones acerca del cambio
climático (ejemplo, “las emisiones humanas de CO2 causan el cambio climático), modificación genética (ej.
“OGM como alimento es una tecnología segura e inocua), y vacunación (ej., ʺ Yo
creo que las vacunas tienen efectos secundarios negativos que superan los
beneficios de la vacunación en niños”). Los participantes podían indicar que
tanto estaban de acuerdo o no con dichas propuestas.
También medimos la fe en general en la ciencia de los participantes y se
incluyó un ejercicio en el cual ellos podían indicar cuánto dinero del gobierno
debería gastarse en ciencia, comparado a otras áreas. Evaluamos el impacto de
la ideología política, la religiosidad, las preocupaciones morales y el
conocimiento científico (medido con una prueba de alfabetización en ciencias,
consistiendo en preguntas verdaderas o falsas tales como “toda radioactividad
es producida por humanos”, y “el centro de la Tierra es muy caliente”) con las
respuestas de los participantes a estas preguntas.
La ideología política no jugó un papel significativo en la mayoría de
nuestras medidas. La única forma de escepticismo en ciencia que fue
consistentemente mas pronunciada entre los respondientes políticamente
conservadores, en nuestros estudios fue, sin sorpresa alguna, el escepticismo
sobre el cambio climático. Pero ¿y las otras formas de escepticismo o el
escepticismo sobre la ciencia en general?
Las dudas acerca de la modificación genética no estaban relacionadas con la
orientación política ni con las creencias religiosas, aunque si lo estaban con
el conocimiento científico: mientras peor les fue el examen de alfabetismo
científico, mas escépticos eran de la inocuidad de los alimentos genéticamente
modificados. El escepticismo sobre las vacunas no presentó relación con lo
concerniente a la ideología política, pero si fue lo mas fuerte entre los participantes
religiosos, en particular en lo concerniente al aspecto moral de lo no-natural
de las vacunas.
Mas allá de un escepticismo específico a un dominio, ¿qué observamos sobre
la confianza general en la ciencia, y la aceptación de apoyar la ciencia de manera
general? Los resultados fueron muy claros: la confianza en la ciencia era, por
mucho, menor entre las personas religiosas. En particular, la ortodoxia
religiosa fue un predictor negativo fuerte de confianza en la ciencia y de la
inversión de dinero público en ciencias. Pero, nótese aquí también que la
ideología política no contribuyó con una varianza significativa mas allá de la
religiosidad.
De estos estudios hay un par de cosas que aprender sobre la actual crisis
de fe que ataca a las ciencias. El escepticismo científico es muy diverso. La
desconfianza en la ciencia no es algo de la ideología política, con excepción
de la negación del cambio climático, que consistentemente se observa bajo una
dirección política. Adicionalmente, estos resultados sugieren que el
escepticismo científico no puede ser eliminado simplemente aumentando el
conocimiento científico entre las personas. El impacto del alfabetismo
científico en el escepticismo, en la confianza en la ciencia, en la disposición
de sustentar la ciencia fue muy pequeño, excepto en el caso de la manipulación
genética. Algunas personas están negadas a aceptar descubrimientos científicos
particulares por variadas razones. Cuando la meta es combatir el escepticismo y
aumentar la confianza en las ciencias, un buen punto inicial es reconocer que
el escepticismo científico viene en muy distintas formas.
Bastiaan Rutjens es profesor asistente en el Departamento de Psicología de
la Universidad de Amsterdam en Holanda.